Para comenzar este último post creo necesario repasar algunas cuestiones ya mencionadas y otros aspectos adicionales que debemos tener en cuenta a la hora de catar un cigarro.
Los sentidos de la vista y el tacto son los que primero toman contacto con la capa del puro. La capa es la parte externa del cigarro y aquí es donde se utiliza la vista para ver si es más fina o gruesa, cuál es su color y cómo es el aspecto de la hoja que lo envuelve y el tacto nos ayudará a percibir su regularidad, suavidad o dureza como así también el acabado que puede ser blando o ajustado.
Seguidamente entra en juego el olfato. Al igual que con las cervezas u otras bebidas el aroma es subjetivo y está relacionado con nuestra biblioteca sensorial en base a memoria olfativa y práctica. En el momento de la apertura de una caja de puros ya se podrán apreciar aromáticos que luego se percibirán de otra forma al acercar el cigarro a nuestra nariz y por último, al encenderlo podremos percibir otras sensaciones. En este caso, la sugerencia es hacerlo con la punta humeante hacia arriba y a una distancia de nuestra nariz de unos 20 centímetros lo que nos permitirá descubrir el grado de intensidad y fortaleza aromática.
Por último entra a jugar el sabor del cigarro y para esta sensación será determinante como percibamos en boca las diferentes características del puro y obviamente el momento en el que estemos fumando y la bebida que elijamos para acompañar el acto ya que esta combinación (puro, momento y bebida), condicionarán definitivamente el sabor. Regularmente las caladas se clasifican en tercios porque el humo tiene una temperatura mayor que el cigarro, y en las primeras bocanadas pasa a través de él, poco a poco el tabaco, con cada calada se irá calentando y dejará que salgan todos los aromas y de esta forma iremos descubriendo diferencias en las percepciones a medida que se avanza en el fumado.
Cada marca de cigarro posee sus propias características de sabor y dos vitolas aparentemente idénticas de la misma marca pueden proporcionarnos notas diferentes en función a su guarda y maduración. Como regla general, cuanto mayor sea el tamaño de un puro este nos brindará un mayor volumen de sabor y un fumar más fresco. Los más gruesos se queman lentamente y producen una mayor cantidad de volutas o espirales de humo que llenan el paladar con una gran intensidad de aromas y sabores. Los llamados ‘doble figurados’ (que son los cigarros de dos puntas cónicas) ofrecen sabores particulares en su inicio, dominados por el sabor de la hoja de capa y capote y luego estos evolucionan hasta llegar a la parte más ancha donde según algunos se revela el verdadero sabor de un puro y los de tamaño más fino se fuman más rápidamente y concentran los sabores en la lengua, proporcionando un sabor más punzante.
La opinión general indica que los cigarros suaves podrían ser bien maridados con cervezas ligeras, cigarros de cuerpo con mediana potencia (que ya evolucionan hacia una gama de sabores más complejos) podrían complementarse muy bien con cervezas intensas como algunas India Pale Ale (especialmente estilos británicos donde la carga de maltosidad es mayor que en las variedades americanas) y por último, los cigarros de cuerpo completo pueden ser acompañados por un sinfín de estilos fuertes o extremos como Imperial Stouts, Robust, Russian o Baltic Porters, Trapenses, Ales Británicas Fuertes o Imperial IPAs.
En el maridaje de cigarros con cervezas por supuesto que hay que tomar las opiniones como consejos en base a las experiencias de quiénes sugieren tal o cual cosa pero en la práctica, recordemos que la única limitación que debemos imponernos es nuestro gusto personal ya que además, lo alucinante de los cigarros es que como mencioné algunos renglones antes, si bien poseen un hilo conductor suelen mostrar distintos aspectos a lo largo de su consumo y por ende podríamos disfrutar dos o tres pintas de diferentes estilos con un mismo cigarro y lograr diferentes experiencias mientras dure el fumado del mismo.
A continuación expongo una lista muy breve de ejemplos de maridaje pero lo que voy a escribir no hay que tomarlo como reglas sacrosantas. Al igual que con las cervezas, cualquier persona que no se quiera privar del placer de fumar un buen cigarro y aprovechar la experiencia al máximo puede indagar (previamente a disfrutar un puro) sobre sus características organolépticas, cuáles son las materias primas que se utilizaron en su elaboración y ¿por qué no? todas las consideraciones desarrolladas en estos posts dedicados a ‘Cigarros y Cerveza’ sobre los pasos a seguir para lograr un emparejamiento agradable con una rica cerveza artesanal.
Un ROBUSTO PLASCENCIA RESERVA ORIGINAL, por ejemplo, es un cigarro de tabaco nicaragüense que en frío nos da un aroma a madera y cacao, con ciertas notas especiadas y picantes que también se manifiestan en forma marcada con las primeras caladas; el primer tercio se presenta mineral, herbáceo, algo seco y con notas de frutos secos tostados que van opacando las primeras sensaciones de pimienta; en el segundo tercio comienzan a dispararse sabores mucho más untuosos y la boca parece llenarse de matices herbales (tabaco y té), cacao amargo y notas a madera de cedro y finalmente en el tercer tercio se destacan más aspectos tostados a café y el amargo del cacao puro con un final sumamente agradable.
Dado el perfil de este puro, una cerveza negra del estilo DUNKELWEIZEN es una muy buena opción ya que posee un cuerpo intenso y en nariz se manifiesta con notas tostadas, café y chocolate con toques ahumados y cuyo sabor transmite la intensidad de las maltas con las que fue elaborada, es de textura sedosa y con notas de frutas pasas complementadas con una agradable intensidad licorosa. Algunas de estas características también pueden encontrarse en ciertas ROBUST PORTER, especialmente las que son elaboradas con perfil maltoso y notas profundas de chocolate, café, frutos secos, regaliz y eventualmente canela (características todas que reúne la versión Sarpada elaborada por Cervecería Gurda) o bien en una IMPERIAL STOUT cuya complejidad y sabores intensos a frutos negros, secos y un perfil cálido y agridulce también la convierten en una compañera de lujo para este tipo de puros.
Otros cigarros que maridan muy bien con este tipo de cervezas son:
LA FLOR DOMINICANA 2000 SERIES CAMEROON CABINET N° 3, un petit corona dominicano cuya tripa posee tabacos de Brasil y cuya capa es de Camerún, una hoja decididamente compleja y exclusiva. En frío nos aporta sensaciones de cuero y cacao; al encenderlo nos trae sensaciones picantes y conforme se avanza en la fumada nos ofrece sensaciones suaves hasta adentrarnos en el corazón del cigarro cuando aparecen notas a café con crema bien cargado, notas terrosas, cierto dulzor tostado, chocolate amargo y nuevamente el cuero para finalizar con almendras y un toque de sal incrementando la intensidad.
ROMEO Y JULIETA PETIT ROYALES, el exquisito tabaco cubano resumido en esta vitola de 47x95mm de fortaleza media y con características dulces que lo hacen ideal para armonizar con el leve amargo tostado de estos estilos de cerveza provocando un golpe en el paladar que se expresa con el dulzor amaderado y meloso de este habano y que se complementa con el carácter cremoso de la birra. El tiempo de fumada puede extenderse hasta 25 minutos lo que proporciona un tiempo que puede resultar escaso por la distancia que requieren los espacios entre calada y calada y entre trago y trago.
De esta última fábrica, sobre el ROMEO Y JULIETA SHORT CHURCHILL se puede indicar que se trata de un clásico habano de alta gama presentado en tubo lo que facilita su mantenimiento.
Al descubrirlo se expone perfecto y con una gran manifestación aromática, herbal y amaderada. Es un robusto íntegramente cubano, tripa, capote y capa, cuya fumada puede demandar alrededor de una hora. La vitola de 50x124mm tiene un sabor especiado y con notas a madera y aspectos de picor, canela y cierta salazón. Nos brinda equilibrio en su totalidad sin aspectos amargos en exceso, con una sensación de chocolate y en segundo plano caramelo y café que disminuyen su intensidad en la medida que se avanza hasta llegar al último tercio con notas mayormente picantes y aspectos florales, cacao amargo y madera. En este caso yo me inclino por estilos de cervezas intermedias para su maridaje, particularmente las Amber Ales, Brown Ales o versiones de Porters o Stouts cuya intensidad no pongan en riesgo con su protagonismo las características del puro.
El MONTECRISTO OPEN MASTER es otro robusto 50x124mm de mi predilección.
Para mi, uno de los mejores. Un cigarro también 100% cubano que nos ofrece notas terrosas, amaderadas y especiadas con un ligero picor. Su tiro es perfecto y la fumada puede requerir alrededor de 45 minutos. Es un cigarro que se deja fumar muy bien, suave y ligero desde el inicio y con bastante uniformidad durante toda la fumada que hacia el final acentúa perfiles de pimienta, madera y nos brinda una mayor sensación a cuero. Dadas las características del puro, copa Snifter en mano, me permití maridarlo con una Irish Red Ale, específicamente con la versión bitter irlandesa que también elabora Cervecería GURDA, fácil de tomar pero con personalidad, ciertas notas acarameladas pero bien equilibradas y con un carácter decididamente tostado. El resultado fue sorprendente porque se lograron amalgamar las características del habano y la cerveza siendo que esta última actuaba limpiando el paladar entre bocanadas sin interferir ni opacar las notas del cigarro.
El CREDITO SERIE R es un robusto grueso oscuro de origen dominicano aunque con capa de tabaco ecuatoriano y nicaragüense para blendear el capote y la tripa. En frío nos da un aroma a madera y herbal y al comenzar a fumarlo entrega matices a café, algo de cedro y cacao con notas dulces y a medida que se avanza en el consumo aparece con todo esplendor el cacao que destaca especialmente en el retrogusto con ciertas notas de pimienta y especiadas. Este cigarro es ideal para una cerveza del tipo India Pale Ale donde resalte el carácter de un lupulado intenso. La versión Compadrita de Cervecería GURDA (que es un estilo híbrido a mitad de camino entre una American IPA y una English IPA) y que se destaca por su cuerpo, con notas acarameladas que son compensadas con un amargor fino sin persistencia en paladar y con matices herbales, resinosos, cítricos y con un protagonismo e intensidad marcada del sabor al lúpulo, nos brinda en boca notas frescas y limpia el paladar para permitir el disfrute llenando la boca nuevamente de humo. Esta combinación para mi gusto es sublime y permite sensaciones largas de sabor, tanto del cigarro como de la cerveza.
La vitola CONDEGA SERIE F MAREVA de tabaco nicaragüense posee fortaleza media, no muy fuerte y con sabor terroso, levemente picante y especiado al principio, con notas tostadas y un final dulce con un gusto largo y aromático.
Por su característica de sabor medio su maridaje con una cerveza tipo Pilsener premium o una Cream Ale limpia van perfecto ya que destacarán su cuerpo, sutiles notas de cereal y un amargo equilibrado aunque en el caso de una pilsner estará más presente.
Los dominicanos DAVIDOFF PURO D’ORO MAGNÍFICOS, son unos robustos que tienen la particularidad de estar vestidos por una capa conocida como Yamasá que se caracteriza por ser muy aromática y delicada a la vez, en cuyo retrogusto se aprecian notas de café y especias y que en parte se debe a un complejo proceso de secado, fermentación y almacenamiento que dura varios años y que es el responsable de su color tan oscuro así como de su textura y brillo aceitoso.
Posee una fortaleza entre media e intensa y en la nariz destacan aromas terrosos y de cuero que una vez encendido brinda gran caudal de humo que deja una sensación en el paladar fina y untuosa donde predominan las notas a café, cedro, especias y una terrosidad equilibrada con un inicio dulce que le aporta un gran carácter para el que un buen acompañamiento puede ser una West Coast India Pale Ale, seca, decididamente amarga y orientada a lúpulos con características resinosas, cítricas, florales y también frutales que equilibrarán perfectamente a este robusto. La serie D’Oro de Davidoff también cuenta con vitolas Corona (Deliciosos); Corona Gorda (Notables) y Petit Panatelas (Sublimes).
Otro robusto que se puede destacar es el NICARAO ESPECIAL TORITO, también nicaragüense.
Es un cigarro denso y compacto que se fuma fácilmente aunque su fortaleza tiende de media a fuerte. El tabaco con el que se producen tiene un proceso de fermentación largo y un añejamiento que puede extenderse hasta 6 años lo que lo torna sabroso, equilibrado, pleno y generoso en su fuerza pero con matices amables. Entre varias cervezas que se podrían recomendar para un puro de este nivel de calidad, el estilo Tripel, una cerveza de abadía potente y amarga, sin filtrar con mucho cuerpo y un sabor complejo que complementa perfectamente la experiencia de este robusto. Particularmente la cerveza Leffe resulta uno de los exponentes del estilo que con sus aromas intensos en donde destacan frutas, especias, cilantro y naranja la hacen ideal para la contundencia del cigarro convirtiéndose en un buen complemento para el disfrute de cada trago y calada.
El cigarro LA FLOR DOMINICANA RESERVA ESPECIAL, es un belicoso dominicano que cuenta con capote nicaragüense y capa ecuatoriana que desprende leves aromas a caramelo, melaza y hierbabuena y su capote nicaragüense.
Al comenzar a fumarlo nos entrega un sabor suave a pimienta pero intenso y denso de crema y nueces, las cuales a veces se sienten tostadas, también se siente madera y canela, mientras que en el retrogusto destacan nueces y un toque cítrico. En la medida que se avanza en el fumado, el segundo tercio continúa con tendencia balanceada e intensidad media resaltando el pomelo y percibiéndose canela combinada con anís que le da cierto perfil dulce. En el final se siente un toque como de cuero en el paladar y mantiene sabores de pimienta tanto en este punto como en el retrogusto. Por la fuerza y aromas que desprende este cigarro, un maridaje razonable pasaría por cervezas añejadas en barricas que logren sabores de madera, especialmente roble, con cuerpo, que adquieran notas dulces con perfil afrutado y cítrico y cierto especiado más una impronta de amargor que empareje el cigarro como es el caso de las Strong Ales.
Un cigarro muy accesible, el CAO BRAZILIA CONCORVADO, es un ‘short robusto’ (60 x 108,5) de fortaleza media a fuerte que está elaborado con una mezcla de tabacos nicaragüenses con capa brasileña que le da una apariencia oscura y de textura aceitosa.
Posee notas a madera (cedro) y especias que brindan un picor dulce y sensaciones que recuerdan a la canela en el marco de aromas agradables que puede ser acompañado por una Doppelbock que posee características maltosas y fuertes con matices tostados y un leve amargor que sirve para contrastar los sabores y añadir frescura al maridaje.
El H. UPMANN MAGNUM 46 es un cigarro ‘Corona Gorda’ cubano que posee múltiples matices lo que le da gran versatilidad para ser maridado con diferentes estilos de cervezas.
Este cigarro posee una fortaleza suave a media que gracias a su cepo 46 obliga a una fumada lenta y permite una gran concentración de sabores. En frío muestra aromas dulzones, toffee y algo de canela. Las primeras bocanadas evidencian notas tostadas y ligeramente especiadas y al avanzar en el primer tercio se profundiza el tostado y el café con aristas de madera y especias para luego, en el segundo tercio, comenzar a incorporar notas de frutos secos y cierto amargor que se profundiza en el último tercio. Los estilos que pueden destacarse para maridar estos cigarros comprenden las cervezas Märzen donde resalta la maltosidad, ciertas notas tostadas y ahumadas junto a un leve amargor que contribuye al dulzor de fondo combinan muy bien con los matices tostados y las características generales del habano, las Amber Lager, especialmente las elaboradas con lúpulos americanos para lograr perfiles cítricos y frutales que sumado a algunas de las características del estilo como su maltosidad y una interesante presencia de caramelo o tostado con leve amargor permiten un interesante contrapunto de sabores y las Porters u otras dark ales con personalidad de textura cremosa, carácter amargo y expresión de notas de café, chocolate y sensaciones dulzonas también permitirán un muy buen relacionamiento con estos cigarros a través de sus matices complementarios.
Finalizo este post con otro de mis preferidos, el COHIBA ESPLENDIDO.
Se trata de un cigarro que según me dijeron hace ya varios años en La Habana, es el buque insignia de la marca, y para quién haya visitado la isla en busca de buenos cigarros, se tiene clarísimo que esta variedad es una de las más falsificadas del planeta. De tamaño 47x178mm es una Julieta o Churchill pleno, un cigarro de apariencia suave, premium y que en frío ofrece notas dulces y picantes. Al tacto resulta un cigarro suave y muy atractivo. El primer tercio nos ofrece una sensación muy equilibrada pero a su vez compleja, con tonos especiados, dulces y terrosos y luego, en la medida que atravesamos la mitad del habano comienzan a surgir notas más dulces y picantes evidenciando mayor robustez y cuerpo que se mantendrán hasta al final donde aún prevalecen aspectos de dulzor y aparecen notas tostadas. Fumarlo demanda poco más de una hora por lo que para emparejar este cigarro es válido considerar versiones de cervezas fuertes o extremas del tipo Strong Ales, especialmente aquellas cuyo balance esté equilibrado sin estar excesivamente orientadas a la maltosidad para que la cerveza pueda ser un buen complemento de las características de este puro sin desbalancear la experiencia general.
Aquí finaliza la serie dedicada a la cata y el maridaje entre cigarros y cervezas especiales. Espero lo hayan disfrutado.
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