Cuál es la razón por la que la pinta británica sigue vigente?
La medida que tiene una historia de más de 200 años.
El 17 de junio de 1824 el Reino Unido adoptó oficialmente un sistema para medir prácticamente todo lo que las personas usan en su vida cotidiana a través de lo que se llamó la Ley de Pesos y Medidas. Esta ley estableció reglas estrictas sobre las unidades que a partir de entonces pasarían a controlar alimentos, bebidas, productos básicos, metales preciosos o tierras y que no solo aplicarían a Gran Bretaña sino también a muchos otros países, en especial el Commonwealth. Se trata del sistema conocido como ‘Imperial’ que estableció diferentes estándares específicos algunos de los cuales ya han desaparecido y dejaron de utilizarse como el pennyweight, el tambor, el peck o el grano de cebada.
Al igual que el destino de las últimas que mencioné, muchas medidas del sistema imperial probablemente estén atravesando sus últimos años de vida por el ascenso del sistema métrico y los ejemplos son muy variados ya que si bien existe una generación que aún camina en términos de millas, es cada vez más usual que (por ejemplo) las carreras se midan en términos de kilómetros (ya sean estas carreras de Fórmula 1 o bien las famosas 5K de Nike u otras marcas de calzado deportivo) aunque también hay que reconocer que para muchos comercios en las islas británicas sea más normal vender productos en onzas en lugar de gramos pero por otra parte también es cierto que se clasifican los automóviles según millas por galón y sin embargo cuando se completa el tanque de combustible se lo hace en litros y en este contexto, la unidad de medida ‘pinta imperial’ ha logrado mantenerse inalterable y sin interferencias de ningún tipo. Si bien existe la posibilidad de conseguir cervezas envasadas en medidas de un tercio por diversas razones entre las que sobresalen el marketing lo cierto es que ingresar en cualquier pub británico implica que una cerveza tirada se sirve en un vaso cuya medida fue calibrada en 1824 ya que nadie esperaría que se sirva en otra cantidad que no sea la de una pinta.
El sistema de medición imperial tuvo tanta influencia en el comercio mundial que Burdeos, que era el centro exportador de vino por excelencia de Europa hacía llegar sus vinos hacia Gran Bretaña en barricas de 225 litros que equivalen a 50 galones (formato que aún hoy persiste) y que también se corresponden a 300 botellas de 750 ml (25 cajas de 12 botellas o 50 cajas de 6 botellas). En particular, en el caso de la cerveza el dato sobre el origen de la medida de la pinta no es demasiado conocido y tiene que ver muy probablemente con una cuestión pacificadora. La importancia de la cerveza en las islas británicas siempre fue innegable, como así también lo era la cantidad de bebida que el tabernero servía en una jarra ya que algunos lo hacían hasta el tope y otros utilizaban envases más pequeños o servían menos cantidad y esto originaba serias discusiones que evidentemente solían pasar a mayores en forma frecuente. Imaginemos el escenario en el que se daban estas controversias donde se debe poner en contexto que probablemente muchos consumidores se creían con el derecho de establecer las condiciones en las que una taberna debía servirles cerveza en lugar de retirarse del lugar e ir en búsqueda de otro comercio que satisficiera sus necesidades. Así fue que con el paso de los años la Ley de Pesos y Medidas reemplazó diferentes tipos de galones por un solo galón imperial siendo que un octavo de ese galón equivaldría a una pinta de cerveza y de esta forma se evitaría cualquier tipo de controversia en cuanto a lo que constituye una pinta o un cuarto que representa dos pintas (1 galón equivale a 160 onzas líquidas, 4 cuartos u 8 pintas).
Un dato que ejemplifica la importancia de estas medidas para la idiosincrasia inglesa es que los recipientes medidores de referencia se guardan en el Westminster Palace, el mismo que supo albergar las Actas del Parlamento y el tesoro de la corona. En ese lugar, en la Jewel Tower, justo al lado de College Green, y que representa un ícono de la capital británica que fuera construido por Eduardo III y en la actualidad es administrado por English Heritage, es donde el Parlamento solía almacenar los pergaminos originales que contenían las leyes inglesas, supo funcionar como una cámara acorazada para el oro y la plata reales y en su planta baja (de entrada libre), hay una pequeña cafetería en donde se puede observar la vitrina que contiene el juego completo de instrumentos oficiales de medición de latón que si bien poseen el sello de 1883, son similares a los originales que datan de 1824, elementos que hoy pertenecen al Museo de Ciencias y datan de la época en que la torre albergaba a la Oficina de Normas de la Junta de Comercio.
Hay que pensar que todo este nuevo sistema de medición que se estableció a principios del siglo XIX también fue motivado luego de las guerras napoleónicas por la necesidad de mejorar la recaudación de impuestos haciendo que a los comerciantes les resultara más dificultoso manipular sus libros en base a la existencia de un estándar estricto de medición que debía ser respetado ya fuera para medir un volumen o el peso de algo. La pinta ha quedado vigente en Gran Bretaña desde entonces como algo que resulta muy representativo del Imperio Británico y que tal vez por esta razón aún no halla sido arrastrada hacia el olvido y hasta los republicanos irlandeses (y tal como leí en un artículo vinculado a este tema) que son ‘orgullosamente alérgicos a todas las formas de hegemonía británica’ todavía disfrutan beber sus Guiness en un vaso de pinta. Un dato anecdótico es que en la actualidad estos vasos deberían llevar una certificación ‘CE’ (compatible con Europa) de la UE y con el antiguo símbolo de la corona permaneciendo intacto a pesar de haberse convertido en un extra que hoy solo es opcional.
Evidentemente la vigencia de una medida como la pinta inglesa tiene mucho que ver con algo que en definitiva es un símbolo. En un post que publiqué anteriormente hice referencia a una pseudo periodista australiana que cuestiona esta medida de cerveza por diversas razones sin detenerse a pensar en lo que significa para la cultura británica, yo no soy proclive a que el Estado imponga absolutamente nada ni a un comerciante ni a un consumidor pero evidentemente en este caso estamos hablando de otra cosa y tal como señalé renglones atrás estamos hablando de un símbolo y por lo tanto supongo y espero que ningún político con un mínimo de sentido común se ponga a legislar sobre la cuestión de la pinta aunque visto y considerando el avance de la estupidez woke en toda Europa y en particular en Inglaterra sumado el hecho de la cada vez más influyente cultura musulmana anti occidental y europea, cualquier cosa es esperable.
Yo digo que siempre hay un motivo para brindar y en el caso de la cultura británica hay un arraigo muy especial con el hecho de recorrer pubs, ya sea para disfrutar eventos deportivos, festejar el día del padre o bien el simple hecho de tener una conversación y pasar el tiempo con amigos junto a una pinta que es mucho mejor que decir junto a ‘medio litro’ o junto a ‘tres cuartos’. Los pubs también tienen mucho que ver con el hecho de que la pinta sea un elemento cultural inglés y de hecho y tal como lo manifiesta la British Beer & Pub Association, las cervecerías y pubs ingleses son activos estratégicos clave para la economía y la sociedad del Reino Unido ya que además de crear un sentido de pertenencia para cada comunidad (dos tercios de los ingleses consideran al pub un elemento clave para combatir el aislamiento social) también contribuyen al crecimiento económico ya que en la actualidad sostienen más de 930 mil empleos entre los elaboradores de malta, lúpulo, contratados directos en los más de 46 mil pubs británicos y más de 2000 productores de cerveza en todo el país generando significativos ingresos que no solo provienen de ventas internas ya que el 20% de las cervezas producidas en el Reino Unido se exportan y que trae como consecuencia una muy importante recaudación de impuestos que hacen que el sector impulse medidas para lograr un mayor apoyo gubernamental a la actividad justamente en relación a la asfixia impositiva a la que están expuestos.
En definitiva en el Reino Unido las birras se sirven en pinta porque no existe ninguna otra forma en la que los británicos en forma mayoritaria quieran beber sus cervezas. Todo lo que rodea la larga tradición cervecera británica y la influencia de los pubs en la vida social inglesa está emparentado con una pinta, siendo esta en mi opinión un elemento esencial de la interacción social inglesa pero hay mucho más ya que el vaso utilizado también es un ícono reconocido mundialmente y a su vez permite apreciar las características organolépticas de estas bebidas convirtiendo la experiencia un ritual sensorial.
Para finalizar este post debo decir que creo que la pinta de cerveza en el Reino Unido tiene muy larga vida ya que es mucho más que una medida de cerveza y va más allá del simple acto de beber. Implica un momento para relajarse, conversar, celebrar y disfrutar de la compañía de los demás y sin dudas es un elemento indiscutido de la cultura inglesa, es parte de su historia, es un símbolo de socialización, permite disfrutar una muy amplia variedad de cervezas en un vaso icónico y evidentemente es toda una experiencia!
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